World Economic Forum: ¿Podría el metaverso ser más confiable que nuestro Internet actual?

Internet se erige como uno de los logros más notables en el campo de las redes de comunicación e información. Se considera el sistema más grande y extenso de su tipo jamás creado por humanos, y ofrece capacidades ilimitadas. Internet permite a los usuarios obtener un acceso sin precedentes a la información, fomenta una sólida conectividad comunitaria y crea tremendas oportunidades económicas.

Sin embargo, el panorama actual de Internet, que abarca su implementación, uso y gestión, ha experimentado una erosión significativa de la confianza. Sorprendentemente, solo el 60% de los usuarios en 20 países expresa confianza en la confiabilidad de Internet, lo que refleja una desconfianza global generalizada.

Estos hallazgos desconcertantes hacen que sea cada vez más necesario explorar si existe un camino prometedor para que Internet aborde aspectos cruciales como la privacidad, la seguridad y las consecuencias sociales, allanando así el camino para un futuro que sea a la vez inmersivo y seguro.

Una gobernanza global mejorada podría ser una forma de lograrlo. Esto implica establecer reglas claras que aseguren que el intercambio de datos y las interacciones de los usuarios sean beneficiosos y estén alineados con sus expectativas y valores. Los usuarios buscan la seguridad de que no sufrirán daños y de tener un mejor control sobre sus datos personales. Las preocupaciones en torno a la vigilancia, la privacidad, la publicidad dirigida y el robo de identidad dominan sus pensamientos.

Además, los usuarios exigen seguridad -física, emocional y psicológica- en los espacios en línea. Aspiran a sentirse incluidos y valorados en el ámbito digital. A medida que Internet evolucione, brindará experiencias que involucrarán profundamente a las personas, intensificando esta necesidad de un entorno en línea seguro y satisfactorio.

Crear una economía en línea próspera

La iniciativa Defining and Building the Metaverse del Foro Económico Mundial se dedica a colaborar con diversas partes interesadas para abordar estos riesgos significativos asociados con futuros entornos inmersivos, al tiempo que fomenta una economía en línea próspera.

La clave para lograr esto radica en las decisiones de los desarrolladores, los líderes empresariales y los responsables políticos. Al priorizar aspectos específicos, podemos crear entornos inmersivos que mejoren las interacciones sociales en persona en lugar de reemplazarlas. Dar importancia a la privacidad y la seguridad es crucial, ya que permite el desarrollo de tecnologías que protegen de manera efectiva estas preocupaciones.

Para establecer un enfoque más centrado en el usuario para los entornos inmersivos, las entidades comerciales deben ejercer moderación y disciplina, incluso frente a las prioridades comerciales en competencia. En la actualidad, muchos desarrolladores dan prioridad a los resultados de sus inversores y, en el mejor de los casos, relegan la experiencia del usuario a una consideración secundaria. Esta estructura de incentivos necesita ser transformada. Se debe incentivar a los desarrolladores para que prioricen a las personas que usarán su tecnología y se verán afectadas por su uso.

 

Con información de WEF.