Para Edison Arciniegas, sociólogo y experto en seguridad agroalimentaria, dos cereales producidos en Venezuela, representan el 75 al 80% de la base calórica y por lo tanto la base alimentaria del consumo de alimentos en Venezuela, que son el maíz y el arroz y la voz válida de los agricultores, con los cerealeros por delante, ha presentado un documento (Fedeagro) marco sobre cómo estabilizar y fomentar la producción de los mismos.
Por la importancia de cara al plato de comida nacional y por la relevancia de este en la estabilidad política y social de la nación, está propuesta de Fedeagro merece atención. De esto, los políticos poco saben y no pretendemos enseñarles tampoco, pero el debate del futuro del maíz y el arroz en Venezuela, que generan juntos una cadena de valor de unos 4 a 5 mil millones de dólares, y que de ellos depende la alimentación nacional, pues son la base calórica (fuente energética) de los venezolanos, pero también la base de la producción de proteínas de consumo masivo (huevo, pollo, cerdo y leche de animales estabulados), explica Arciniegas.
Este debate es tan o más importante que el debate de las primarias o El Esequibo, es el debate del futuro del plato de comida del venezolano. Prosigue Edison Arciniegas que las medidas que se puedan adoptar a este respecto, las vamos a sentir en el anaquel, en los precios y el abastecimiento de la harina de maíz precocida, maicena, aceite, arroz blanco, harina de arroz, pollo, huevo, cerdo, leche fluida (proveniente fundamentalmente de animales estabulados), embutidos y un largo etcétera.
“También esas medidas van a impactar los 400 mil puestos de trabajo directos que generan maíz y arroz y los cerca de un millón de puestos de trabajo indirectos, que incluyen a la señora Chepina de la bodega, que genera la economía del cereal”, afirma el experto, Edison Arciniegas.