Repsol y la petrolera estatal venezolana PDVSA han firmado un nuevo acuerdo de gestión para la sociedad mixta Petroquiriquire. «Este acuerdo permitirá mejorar la operación de los campos Mene Grande y Barúa Motatán en el occidente del país y el campo Quiriquire en el oriente, con un aumento sustancial de la producción durante los próximos dos años», explica Repsol.
Según detallan desde la compañía, el acuerdo asegura tanto la generación de fondos propios para la inversión necesaria como para la recuperación de la deuda histórica de Repsol ligada a estos activos. La española tiene una participación del 40% de acciones en la empresa mixta Petroquiriquire, mientras que PDVSA maneja el 60% restante.
Fuentes del mercado aseguran que el acuerdo no conlleva nuevas inversiones por parte de la española, pues su cometido es el aprovechamiento del recurso ya existente en estos campos. Las mismas fuentes estiman que la producción del proyecto podría duplicarse en dos años.
Repsol se suma al grupo de gigantes petroleros que han firmado recientemente nuevos acuerdos con Venezuela, siendo el tercero en hacerlo desde que Chevron Corp. obtuvo una licencia especial para reanudar la producción en ese país. Además, la empresa francesa Maurel & Prom SA también formalizó un nuevo contrato el mes pasado.
Repsol en Venezuela
La petrolera aterrizó en Venezuela en 1993 para desarrollar su negocio de upstream a través de diversos proyectos a lo largo de todo el territorio. Desde entonces, gestiona varios activos de crudo y gas en fase de desarrollo y producción en el país. Ejemplos de su actividad se encuentran en el Campo Perla con el gas offshore (junto a Eni), los proyectos de desarrollo de crudo en Petrocarabobo y la exploración y explotación de hidrocarburos gaseosos en el bloque Quiriquire.
En 2019 Washington impuso sanciones sobre el petróleo venezolano como represalia por las elecciones presidenciales de 2018. En la actualidad, Venezuela produce unos 800.000 barriles de crudo al día, lejos de los tres millones que mantuvo durante años. La guerra en Ucrania y el embargo impuesto a Rusia habrían propiciado un cambio en estas sanciones.