El mercado automotor de Venezuela, tras varios años estancado, ha retomado un dinamismo sorprendente con un aumento en las ventas de vehículos nuevos de más del doble en los primeros ocho meses de 2025 respecto al mismo período de 2024. La incorporación de nuevas marcas y una mayor variedad de modelos impulsan un sector que proyecta cerrar el año con cifras récord de los últimos tiempos.

En un país que aún enfrenta algunas dificultades, pero pese a eso, las ventas de automóviles se incrementaron un 108,65 % entre enero y agosto de este año. Según cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), en este período se comercializaron 21.024 unidades, tanto para uso particular como comercial, una cifra que contrasta drásticamente con las 10.076 vendidas en el mismo lapso de 2024.

La tendencia al alza es consistente. En todo 2024, se vendieron 17.558 unidades, lo que ya representó un aumento del 140 % respecto a las 7.313 de 2023. Para el cierre del año en curso, Cavenez prevé que se alcancen unos 30.000 vehículos vendidos, lo que significaría un crecimiento interanual del 70,8 %.

La competencia como motor del crecimiento

El presidente de JAC Motors Venezuela, Sergio González, declaró a EFE que el sector «no ha dejado de crecer» desde 2020. Atribuye este fenómeno, en parte, a que «muchas marcas nuevas están participando en el mercado», lo que «hace también que se desarrolle una competencia sana».

JAC es un claro ejemplo de este nuevo panorama, posicionándose como la segunda marca que más ha vendido este año con 7.689 unidades hasta agosto, solo por detrás de la japonesa Toyota por una diferencia de 302 vehículos, según el balance de Cavenez.

La cámara automotriz confirmó a EFE que cinco marcas se incorporaron en el último año al mercado venezolano: la japonesa Isuzu, la surcoreana Kia y las chinas Dongfeng, Forthing y JMC. Esta mayor presencia ha diversificado la oferta, llenando de nuevo los concesionarios que hace cinco años lucían desiertos.

Una recuperación con desafíos

A pesar del optimismo, el mercado sigue enfrentando el obstáculo de la «restringida» capacidad de compra de la mayoría de la población. Economistas aseguran que los ciudadanos destinan casi la totalidad de sus ingresos a gastos básicos. Un reflejo de esta fragilidad es que, según Cavenez, en agosto las ventas cayeron un 4,8 % en comparación con julio, al pasar de 3.105 a 2.954 unidades.

No obstante, la necesidad de renovar un parque automotor envejecido crea una demanda latente. González, también presidente de Corporación Bel, ve «una oportunidad enorme de que el mercado siga creciendo» debido a que «hay una necesidad muy grande de cambiar los vehículos».

Para responder a esta demanda, las empresas han adoptado nuevas estrategias. «Muchas marcas han bajado los precios de los vehículos y han entrado en una competencia sana», afirmó González, añadiendo que también se han implementado «buenos planes de financiamiento».

Mirando al futuro: Propuestas y alianzas

Para estimular aún más esta tendencia positiva, los actores del sector proponen medidas concretas. González sugiere diseñar un programa gubernamental que reduzca los precios a través de la exoneración de impuestos aduaneros y del IVA, lo que podría «hacer que muchas más personas se animen a tener un vehículo nuevo».

Por su parte, Cavenez se ha propuesto como meta promover un entorno favorable para la inversión. En un comunicado reciente, la cámara abogó por «consolidar alianzas públicas y privadas de largo plazo» y por «mejorar el marco regulatorio del sector», apostando por «revalorizar el papel de las ensambladoras y comercializadoras nacionales como motores del desarrollo».

VIABanca y Negocios